🟣 1. El primer ingrediente: la regla de oro (pero con matices)

La legislación obliga a ordenar los ingredientes de mayor a menor cantidad.
Por eso, un pienso que comienza con:

• «Carne fresca de pollo»,

• «Carne deshidratada»,

• o «Proteína animal deshidratada»,

suele indicar mejor calidad proteica que uno cuyo primer ingrediente es:

• “Cereales”,

• “Maíz”,

• “Harinas vegetales”,

• “Subproductos”.

Sin embargo, aquí está uno de los engaños más comunes:

📌 ‘Carne fresca’ no es sinónimo de ‘más proteína’.

La carne fresca contiene entre un 60–75% de agua.
Cuando se extruye para hacer el pienso, su peso baja drásticamente, y en realidad puede aportar menos proteína real que una carne deshidratada que aparezca en segundo lugar.

👉 Interpretación correcta:

• Carne fresca + carne deshidratada = excelente señal.

• Carne fresca sola como único componente cárnico = menos relevante de lo que parece.

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🟣 2. “Subproductos”: ¿buenos, malos o depende?

La palabra “subproducto” genera rechazo, pero no siempre es negativa.
Según la normativa europea, “subproductos animales” pueden incluir:

• órganos (ricas en vitaminas y minerales)

• vísceras nutritivas

• tejidos con colágeno

• o partes de bajo valor nutricional (lo que no queremos)

👉 Interpretación correcta:
Un pienso de calidad debería especificar qué subproductos incluye.
Si dice simplemente “subproductos animales”, sin detallar, es un signo de baja transparencia.

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🟣 3. Carbohidratos: ¿cuántos hay realmente?

En Europa, la etiqueta no exige mostrar el porcentaje total de carbohidratos.
Pero podemos calcularlo:

100 – (proteína + grasa + fibra + humedad + cenizas) = % carbohidratos

👉 Un pienso con más de 40–45% carbohidratos está muy lejos de una dieta biológicamente adecuada para un perro.

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🟣 4. La calidad de las grasas: esto sí influye en la salud

Un pienso de calidad especifica de dónde vienen los ácidos grasos.

Ejemplos positivos:

• “Aceite de salmón”

• “Aceite de pescado Purificado”

• “Grasa de pollo” identificada”

Ejemplos dudosos:

• “Aceites y grasas” sin especificar

• “Grasa animal” genérica

• “Aceites vegetales refinados”

👉 En términos epigenéticos, los EPA y DHA influyen directamente en:

• la integridad celular

• la inflamación

• la piel y pelaje

• la inmunidad

• la regulación metabólica

Por tanto, una fuente clara de omega-3 es un indicador de mayor calidad.

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🟣 5. Aditivos, conservantes y antioxidantes: dónde mirar

Todo pienso lleva aditivos.
Lo importante no es que los tenga, sino la calidad de esos aditivos.

De mayor calidad:

• vitaminas identificadas

• minerales quelados

• tocoferoles naturales

• extractos antioxidantes vegetales

De baja calidad:

• BHA

• BHT

• etoxiquina

• conservantes no identificados

👉 Un pienso que detalla claramente sus aditivos suele ser más confiable.

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🟣 6. Proteína total: cantidad vs calidad

Un pienso puede tener un 30% de proteína… pero ser proteína vegetal.

Los perros necesitan principalmente:

• proteínas animales completas

• aminoácidos esenciales

• digestibilidad alta

Esto es especialmente importante cuando, como vemos en muchos informes epigenéticos, los perros presentan:

• necesidad de metionina

• déficit de carnitina

• alteración en tirosina o ornitina

• desequilibrios en rutas proteicas

👉 Porcentaje ideal:

• 25–32% proteínas en mantenimiento

• 28–38% en perros activos o en crecimiento

Pero sobre todo importa de dónde vienen.

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🟣 7. Recordemos algo esencial: el pienso es un ultraprocesado

Aunque existan piensos de excelente composición, con ingredientes bien formulados y procesos controlados, no deja de ser un alimento ultraprocesado:

• se calienta entre 90 y 200 ºC

• se extruye

• se seca

• se estabiliza

• se añaden palatantes para que resulte atractivo

En este proceso se destruyen o degradan:

• antioxidantes naturales,

• aminoácidos sensibles,

• vitaminas termolábiles,

• microbiota beneficiosa,

• ácidos grasos esenciales.

Por eso, un pienso de “calidad alta” no garantiza cubrir todas las necesidades reales de un perro.

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🟣 8. ¿Y entonces… cómo elegimos lo mejor?

La respuesta honesta es esta:

✔ Un buen pienso es el que se acerca más a lo que tu perro necesita.

Pero lo que tu perro necesita solo puede saberse con:

• un estudio epigenético

• análisis de microbioma

• revisión de sus biomarcadores

• parámetros de estrés oxidativo

• necesidades de minerales y aminoácidos

• características individuales de su metabolismo

No existe un pienso perfecto para todos.
Lo que sí existe es la nutrición personalizada.

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🟣 9. La clave epigenética: “cada perro es único”

En nuestros informes epigenéticos vemos constantemente:

• perros con déficit de omega-3

• otros con exceso de metales pesados

• otros con necesidad muy alta de aminoácidos específicos

• otros con desequilibrios de microbiota

• otros con necesidad urgente de selenio o yodo

• otros con intolerancias metabólicas a ciertos ingredientes

Aunque dos perros coman el mismo pienso “premium”, sus rutas metabólicas pueden comportarse de forma totalmente distinta.

Por eso, siempre recomendamos:

✔ Personalizar la dieta según su informe epigenético

Independientemente de que tome pienso o dieta natural, el objetivo es que cada perro tenga:

• los aminoácidos exactos que necesita,

• los minerales específicos que su metabolismo demanda,

• la cantidad correcta de omega-3,

• alimentos que apoyen su microbiota,

• una dieta que respete sus desequilibrios actuales.

La nutrición personalizada sí modifica la expresión epigenética y permite optimizar su salud con precisión.

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🟣 10. Conclusión

Leer etiquetas de pienso es útil y necesario.
Nos permite elegir opciones más transparentes, más nutritivas y menos problemáticas.

Pero la verdadera calidad nutricional no se mide en la etiqueta.
Se mide en cómo responde el organismo de ese perro concreto:

• qué absorbe

• qué metaboliza

• qué necesita reforzar

• qué debe evitar

• cómo están sus biomarcadores

Por eso, aunque un buen pienso pueda formar parte de la dieta, la optimización real siempre es personalizada, porque cada perro tiene una biología única, unas necesidades únicas y una expresión epigenética diferente.